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codependencia

vive y deja vivir

vive y deja vivir

El otro día, haciendo cola en una de las cajas del supermercado observé una acción que se me figuró muy loable: la cajera, al observar a un señor canoso y de la tercera edad que estaba en un lugar lejano de otra cola, lo llamó para atenderlo. El señor, contento, se acercó. Todo parecía estar bien, pero en ese momento, de otra de las cajas, surgió una voz indignada:

-¡Eh, señor... usted!

Era un hombre de mediana edad, que sin tener arte ni parte en el asunto procedió a recriminar al señor anciano:

-Señor, ¿por qué no le cede el lugar que le dio la señorita a esta señora que está con un niño? ¿Por qué no la dejó pasar antes a ella?

La gente común y corriente de la calle que estábamos ahí nos quedamos un poco boquiabiertos. ¿De qué se quejaba el hombre? En efecto, detrás del señor mayor, en la cola anterior, estaba una madre joven con uno o dos niños pequeños que correteaban por el lugar. Tranquila, ella, un poco ajena a su repentino y nadie-te-ha-llamado San Jorge.

El señor mayor, desconcertado, se excusó tímidamente:

-La señorita me llamó a mí...

Y el hombre de mediana edad, resoplando indignación por todos sus poros, reclamó:

-Claro, le llamó a usted, pero usted DEBERÍA haberse dado cuenta de que...

El hombre se extendió en una reprimenda que hasta a la madre de los niños pequeños le parecía absurda. Estaba indignado. Odiaba la vida. Quería cambiar el mundo cambiando la preferencia de las personas de la tercera edad por la preferencia de las madres con niños pequeños. Sabía todo lo que debíamos hacer todos, y aparte de reprochar al señor anciano reprochaba a la cajera que no se había dado cuenta de que... y así.

Tímidamente, sugerí:

-Tranquilo, señor: viva y deje vivir.

Y claro, por metiche (bien hecho) me llevé mi parte:

-¡Claro! ¡"Viva y deje vivir"! ¡Por eso este país está como está!

Me callé. Decidí aplicarme mi propia moraleja: vivir y dejar vivir mientras el hombre seguía sermoneando su indignación al asombrado grupo de clientes que jamás comprendieron muy bien lo que le estaba sucediendo.

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