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Poesía

mi oración para el tercer paso

mi oración para el tercer paso

te entrego esta situación que tanto me preocupa

en tu infinita sabiduría

harás de ella y con ella

lo que sea mejor para todos

ayúdame a confiar

y a saber

que aunque tal vez no pueda comprender

tu voluntad siempre se hará

como lo mejor que ha podido suceder

EN TI CONFÍO

el padre del hijo pródigo

el padre del hijo pródigo
el polvo del camino me ha ensuciado los ojos
he visto cómo el viento desbarata las ramas
algo me dice no eres el dueño de los que amas
y el alma se me llena de vacíos y despojos
sin embargo yo espero y refreno el enojo
al recordar a un niño que saltaba en mi cama
quizá no fui muy firme /pecado de quien ama/
o tal vez sea el destino que ni juzgo ni escojo
como un antiguo oasis me engaña un espejismo
la mentira que brinda al viajero el desierto
en los ojos heridos por la espera y el llanto
una silueta antigua /la sombra de mí mismo/
perdido y encontrado vivo y nunca más muerto
es el hijo que vuelve y cubro con mi manto

extremoduro

extremoduro

sangre de la sangre que un día lancé al mundo

sioento tu encierro

 atenazando mi corazón

lo mejor

el amor que me lleva a pensar en ti

mientras roberto iniesta

me invita dulcemente a entrar al caos

la canción de que el viento se parará

donde nunca pasa nada 

te amo

te amo

te amo

te miro aún como el polluelo que quiso volar demasiado alto

demasiado pronto

y tal vez se rompió las alas sin darse cuenta

lates en las ramificaciones de mis venas

se rompió la cadena que ataba el reloj a las horas

dice la canción

y luego ironiza jesús alegría de los hombres de bach 

te veo

te siento en sueños

te extraño cada segundo

y no sé qué traerá mañana

ni pasado mañana

no dejo de preguntarme lo que hice mal

aunque sé que siempre hice lo mejor que pude

no dejo de preguntarme qué pasó 

aunque sé que son cosas que pasan 

solo te amo

te amo

te amo 

te amo 

no sé si el amor salva

al menos más de lo que puede doler 

no sé si el viento y el tiempo traen y llevan las palabras y los sueños 

la esperanza

se rompió la cadena que ataba el reloj a las horas

se paró el aguacero y ahora somos flotando dos gotas 

mi amor

cosa chiquitita que latiste alguna vez dentro de mi vientre

dejarte ir siempre destroza el alma

y sin embargo

cuando vuelven tu sonrisa y tu abrazo

y tus preguntas y tus comentarios

la esperanza renace 

cruel como ella sola

como la estrella de belén en la noche de los inocentes

los adictos

los adictos

los adictos despiertan cada mañana con resaca
sabor pastoso de polvo en la garganta
pulmones sembrados de yerba
ropa y cabello sucios de pega
y quién sabe
el cerebro fundido

los adictos huyen del miedo
tan solo para verlo cara a cara
y de la soledad
aun cuando nunca estuvieron más solos
sollozan en las noches
aunque no lo quieran reconocer
mordiendo las almohadas que no guardan el sueño
o al menos
no más
de lo que esconden viejas verdades sórdidas

los adictos caminan
siempre en cuerdas muy flojas
alzadas a kilómetros del suelo
y se bambolean en los acantilados de todos los abismos
venden el cuerpo
porque ya no les queda alma
y sueñan
/aunque se nieguen a reconocerlo/
que un día
el sol podrá salir por algún norte nuevo

los adictos pregonan
haber pactado siempre con la sombra
y visten gruesos caparazones de acero
bajo los cuales
se adivinan tan solo
los ojos deslumbrados y gigantes
de niños aterrados

los adictos conocen quién los ama
y quién preferiría verlos muertos
y manipulan a unos y a otros
mientras les queda cuerda

amo a los adictos
con su carga de angustia denegada
y su enorme felicidad del cuerpo
desmentida por eso que llaman abstinencia
con su rabia
y sus ganas de matar
que son como matarse sin dejar ningún rastro

los amo
con su explosión de vómito
con el miedo que gritan
cuando en la sombra no quedan sustancias
con el pánico de las venas
acostumbradas al paso de las ratas

los amo
por su dolor oscuro
su violencia que muchos siglos antes
fue algo así como tan solo un resto de su vieja tristeza

los amo
más que a la niña que fue la abanderada en primaria y secundaria
o a la mejor soprano adolescente del conservatorio
y más que al niño que ganó el concurso de dibujo en el japón
o que al pequeño crack de la sub quince
porque mientras ellos construyen el orgullo familiar
los adictos trapean el estiércol
de los patios traseros de familias perfectas
que pululan en la antigua ciudad de Mierda
poblada de conventos
y lavan con su sangre y con sus lágrimas
pecados olvidados que cubren las paredes
de malolientes costras purulentas

se llaman pincho
costal
rocker
navitas
allulla
distroyer
titánico
focaccio
mago
polilla
chapa
piloto
viejo sapo
mono se llaman
y cuando el corazón les sale a flote
después de mucho trabajar la mugre
que buscaron para acallar el dolor
se encuentran almas repletas de nobleza
y los ojos espantados que de repente
han aprendido a sonreír de nuevo

amo a los que se paran
y más a los que caen
a los que luchan
y se dejan ganar
y vuelven a pelear
en un círculo eterno de duda y esperanza

los amo
por buscar tenazmente la huella de sus padres
y por odiar el llanto de sus madres
y por hacernos el trabajo sucio
de las rectas conciencias que prefieren
no ensuciarse las manos

amo hasta la locura
el brillo de unos ojos
que no olvidan la pena
pero ya han aprendido de la dicha
aunque a veces elijan
/nadie sabe por qué/
presentar su renuncia irrevocable

amo sus nombres de verdad
que no puedo decir
y amo también sus nombres de combate
y mataría mil veces
por su sonrisa recuperada
y los latidos de sus corazones
animosos y fuertes después del huracán

los amo desde adentro
aunque parezca raro
porque escogieron
/equivocadamente/
vivir en el infierno
para dejarnos libre el paraíso

míralo todo con amor

míralo todo con amor

 

míralo todo con amor

 

al amigo que deja de frecuentarte

es parte de su proceso

respétalo

 

al hijo que no es lo que soñaste

tiene derecho de construir su propia historia

suéltalo

 

al colega que te levanta la voz

no sabes qué clase de día pasó

relájate

 

a aquella autoridad intransigente

no conoces la angustia de su corazón

ten paciencia

 

a quien crees que te dejó de amar

tal vez tan solo sigue su camino

abre tu mano

y déjale volar

 

a quien te juzga y se cree mejor

tal vez tan solo teme

cometer el mismo error

olvídalo

 

a quien partió para la eternidad

comprende que su ciclo terminó

despídete

 

a la sombra de un pasado que te hizo llorar

te construyó como lo que eres hoy

agradécelo

 

y a quienes aún están

acompañan

y dan

solo bendícelos desde tu corazón

 

míralo todo con amor

 

a ti misma

a ti mismo

espejo de un Universo que quizá rechazas

abrázate

perdónate

acéptate

tal como te quiso Dios

agnus dei

agnus dei

como el cordero
de dios
te veo sumergirte nuevamente
en el miedo
en el ansia de muerte
en el paraquétodo
y te amo más
cuando pienso desprenderme
nuevamente de ti
sin que me importe el odio ni la rabia
en esa desazón de pretender
salvar
la vida que no entiendes
¿tengo derecho?
/me pregunto/
¿tengo derecho de cortar tus alas
aunque te lleven a estrellarte
contra la roca informe de la noche
más oscura de todas?

en algún lugar
las lágrimas se han terminado
y solo queda
un hueco que se llena de preguntas
sería mejor
tal vez
soltar la rienda del destino
y dejar que sea
lo que tenga que ser
no pelearle al dolor
que te hace no desear
ni a las ganas de hundir en desenfreno
la angustia sorda de tus breves años

quién soy yo
para oblilgarte a retener
la vida que te di sin pensar mucho
quién soy yo
para enjaular tus ansias
pajarito asustado
quién soy
y sin embargo
qué

como el Cordero de Dios
con pecados ajenos horadando la piel
tendrías que entender
que la felicidad es más sencilla
que basta solo con morir un viernes
y abrir los ojos
de nuevo
un domingo
en el que el sol de nuevo se levanta
como si nunca
hubiera
sucedido
nada

cosas lindas

cosas lindas

 

el abrazo del hijo que pregunta, como un niño, si se ha portado bien

los chistes de la hija que demuestra que sacó la vena humorística de la madre

el apoyo de los amigos que siempre están ahí aunque a veces parezca que se han ido

la ternura sin trabas de las mascotas

el apoyo de quienes nos ayudan cada día de la vida

las palabras de cariño y aliento que vienen sin que las hayamos pedido

y el amor que, como una corriente divina, nunca deja de circular, aunque no sea del modo convencional